El otro día estaba metiéndome una pulga de calamares en la boca. Sasboreando la textura del pan recién hecho, los calamares tiernos, la corteza crujiente, su punto justo de sal... En aquel sitio sabían de sobra cómo tratar el producto, aunque fuera el más sencillo del mundo. No me lo había pedido ni con mayonesa [...]